Cada piedra va unida por un alambre de metal, permitiendo así colocarlas sobre objetos o lugares. Una vez puestas, solo hace falta conectarlas y observar la luz que producen.
Las luces se activan a través de un puerto USB, una vez conectadas a la corriente brillarán en cualquier lugar. Las luces encantadas ofrecen una luz ambiental única que potencia las propiedades energéticas de cada piedra.